sexta-feira, 15 de maio de 2009

ciruja Laia Ferrari

superácido escondido en sus huellas derrumbó
acaecida la nostalgia tuvo el mismo sin sabor
-cae la noche, dijo al verlo
(((((aquél verso ensordecedor))))))
quema, hiela y los extremos hacen que su pan de hoy
váyase yendo en pedazos que no migan el dolor
pena triste, pena en pena -dijo- pena el que ansia valor
ya no pronuncia, arremete, ya no calla a la sazón
y su rodilla aligera en el seco ardor por dos
y al tocarse su quejido con el motor del vagón
lleva y se lleva, se escurre, en relámpago a estribor
buque que anuncia días, buque, su propio yo
aguas cercanas lo rozan, marinero del amor

y así fulgurante él espina
y así como quiso ocurrió
el día lo espera inerte
pero él ya lo alcanzó